Aunque parezca increíble, llebo muchos meses viendo como todos los «parkings de bicis» sufren los ataques de vándalos o ladrones, pero por primera vez me he encontrado uno de estos parkings llenos sin ni una sóla bicicleta rota! ni sillines robados, ni ruedas rajadas o dobladas…
Felicidades a las personas del Carrer de Blesa!