Ya hace tiempo publicamos en porcabarcelona sobre estos carteles publicitarios enormes que dan a la ciudad un aspecto horroroso, como si fuera una ciudad de consumidores y no de personas.
Como siguen realizando esta práctica, nosotros seguimos denunciándolo. Haz clic encima de la imagen si quieres ampliarla.
En Barcelona se sigue tirando por las calles el agua sucia que se utiliza para fregar el suelo de los pisos vecinales o los negocios, dicen que es para «limpiar», pero al secarse, dan a la acera ese aspecto cochambroso y cutre que vemos tanto últimamente.
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Ojalá lo clonen y tengamos un Auricumán en todos los vagones del metro 😉
Al lado del café Apolo en el Paral·lel, hay una placa conmemorativa de Carles Saldaña i Beut, conocido como Alady.
Algún gracioso ha escrito «Agaga», de manera que queda Alady Agaga (en referencia a la cantante Lady Gaga).
Un chiste malo pero que tiene su gracia…
Es innegable que poner botones de ayuda a la altura que las personas que van con sillas de ruedas, es una buena idea. Ya que era un poco absurdo que pasara como antes, que por ejemplo se quedaban atrapados en el ascensor del metro y no llegaban al botón de auxilio.
El problema es que lo han puesto tan tan tan fácil que cualquier niño de 2 años, o un adulto con un descuido de la mochila o incluso con un simple golpe del bolso, se active el botón y se oiga como se marca el teléfono de ayuda y se oiga a un pobre hombre que contesta la llamada de auxilio.
El ejemplo más claro es en los ascensores nuevos, que el botón es un cuadrado de unos 6 centímetros de lado y que cualquier pequeña presión hace que se active. Además ya sabemos lo que les gusta a los críos apretar botones, pues lo han puesto casi al lado del botón de subir y bajar.
Y digo yo, ¿no se podría hacer que se active al apretarlo varias veces o se mantenga pulsado un rato? o yo que sé, alguna manera habrá para que no pase una mosca y lo active. Más que nada porque si no pasará como el cuento de Pedro y el lobo, que de tanto apretar (accidentalmente) el botón de socorro, llegará un día en que nadie responda a la ayuda.
El botón del autobús aún es más idiota, en la zona donde se ponen los carritos de los bebés, justo a la altura del hombro de los niños, han puesto un botón azul precioso que parece que diga a los niños «tócame!». Obviamente los conductores de los autobuses deben estar ya hasta las narices que el niño de turno vaya apretando el botón solicitando parada todo el rato.
Por mi parte intento que no pase con mi bebé, pero es casi imposible hacer equilibrios para no caerse, mientras se coge el carrito para que no se mueva con los frenazos y todo mientras se intenta evitar que el crío toque el tentador botón azul que tiene a un palmo de sus narices.
A continuación unos cuantos ejemplos de botones «tontos» que cualquier niño de 2 años puede activar, tanto los de los nuevos ascensores, como los antiguos como en el autobús.
Si quieres puedes ampliar la foto haciendo clic encima.
