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Barcelona no lucirá solamente este año las típicas luces navideñas. Imma Mayol, concejala de Medio Ambiente del ayuntamiento, inauguró ayer seis abetos de Navidad luminosos. La nueva ornamentación sostenible ha costado a la ciudad 214.000 euros. «En tiempos de crisis queremos ser optimistas y demostrar que podemos iluminar las calles ahorrando energía», dijo Mayol.
Los árboles, diseñados por Martirià Figueres, son estructuras de acero de 12 metros de altura y podrán reutilizarse en próximos años. «Queríamos buscar otras formas de disfrutar la Navidad y el proyecto fomenta la participación de los ciudadanos», explicó Figueres.
Cuatro de ellos funcionan con energía solar gracias a una hojas que captan la luz y a una placa fotovoltaica. Durante el día, los abetos lucirán elementos tornasolados que, ya por la noche, servirán para alimentar unas lámparas de leds de colores. Los árboles se sitúan en la plaza de Espanya, en el paseo de Lluís Companys cerca del parque de la Ciutadella, en la avenida de Pau Casals frente a la plaza de Francesc Macià y en el paseo de Fabra i Puig.
EN SANTA CATERINA
Los otros dos abetos se ubican en los Jardinets de Gràcia y en la avenida de Francesc Cambó frente al mercado de Santa Caterina. Estos se iluminan al pedalear sobre tres bicicletas gracias a una dinamo. Imma Mayol, que se subió sobre la bici para mostrar el funcionamiento del abeto interactivo, quiso recordar que «el barrio de Santa Caterina merece más visibilidad después de tantos años de obras alrededor del mercado». Aunque algunas calles (Carders, Sant Pere més Alt, Sant Pere més Baix y otras) se han iluminado, gran parte de comerciantes ha preferido este año no decorar la zona como protesta por el tráfico de motos y coches que obstaculiza su actividad.
