Es vergonzoso, en la parada de metro de Paral·lel los carteristas campan a sus anchas, en la última semana se han puesto las botas, incluyendo a una señora mayor que la tiraron al suelo para quitarle el bolso, una señora que yo conocía de vista, una buena persona y ahora está muy asustada por culpa de unos carteristas malnacidos.
A todo esto, los «cacharros amarillos SOS» para pedir ayuda en caso de emergencia, NO FUNCIONAN, te puedes pasar veinte minutos esperando y sólo salen unos tonos como si se llamase a un número telefónico de 5 cifras y luego sale una voz que dice «En estos momentos estamos atendiendo a otros clientes, por favor, vuelva a llamar más tarde» y se cuelga!!.
Otro ejemplo de inseguridad, el otro día me dirigía a Paral·lel y estando dentro del vagón, cuando ya casi los pasajeros llegábamos a la parada, un tipo con barba y turbante negro se levantó, sacó una especie de puñal largo y fino (ante el estupor de todo el mundo, que comenzó a alejarse como si fueran ya a bajar), y entonces empezó a rallar rápido las ventanas con la punta del puñal, poniendo unos textos en árabe.
Yo me fui a buscar al conductor del metro, pero… no había conductor!!! el metro iba sólo!!! (os lo juro, en todo el metro no había ningún personal del «Metro») luego bajé en Paral·lel dejando atrás al «loco» que continuaba «escribiendo» por las ventanas y me fui para arriba, para hablar con el taquillero y que avisara a la policía por si al loco le daba por «escribir con el puñal sobre las personas», pero… no había ni taquillero, ni nadie.
Y yo me pregunto… si al tipo ese del turbante negro, le hubiese dado por matarnos a todos, ¿cuanto tiempo hubiese pasado hasta que la policía se hubiera enterado?
Ah calla! que hay cámaras, así al menos todo el planeta podrá contemplar el circo de sangre. Lo importante es la imagen, para los medios informativos los motivos, poco importarían.
Además de la inseguridad por la falta de personal, la parada Paral·lel SIEMPRE ESTÁ SUCIA, desde hace muchos meses que la suciedad invade las entradas del metro Paral·lel, sea quién sea el responsable, tiene olvidado todo el barrio de Poble Sec.