Barcelona está plagada de cacas de perro.
Vaya por donde vaya las hay por todas partes, y eso que la mayoría de personas con perro recogen los excrementos de sus perros, pero por culpa de una minoría que día tras día no las recogen, al final la calle da asco.
Además de las personas que podemos chafarlas y los problemas de higiene que comporta, quién más lo notan son las personas con carritos de bebés, con maletas y sobretodo las que van en sillas de ruedas, que se les pringa las ruedas y las manos de excrementos y meadas.
¡Pero se acabo! Voy a por vosotros cagones… ¡en los próximos días publicaré vuestras fotos!
A continuación muestro ejemplos del problema, en aceras, en cespeds, al lado de columpios de niños…