El libro de Orwell «1984» se ha cumplido, el metro de Barcelona tiene miles de cámaras que no sirven para nada (si te roban, la poli te acepta la denuncia y te da los buenos días, lo digo por experiencia propia), y ahora en los andenes del metro barcelonés tenemos las malditas «teles» con sonido.
Hace ya tiempo que instalaron las teles, pero lo del sonido es reciente, ahora los barceloneses estamos todo el día tragándonos noticias «a su manera» y sobretodo anuncios, que no puedes cambiar de canal y también te los tragas quieras o no.
Se acabó el leer en el metro, ni diarios ni libros, ahora tenemos al Gran Hermano que nos vigila y nos explica que productos tenemos que cambiar por «papeles» que representan las horas que trabajamos en nuestra corta vida.
Con todo este panorama de ruidos, tenemos también a los «movileros», esos zopencos que llevan el móvil con la música a toda pastilla, molestando y recolectando miradas de odio a su alrededor.
Espero que si alguien me lee y piense como yo, escriba cartas al director de los periódicos, o haga algo, a ver si poniendo todos un granito de arena, conseguimos entre todos un metro más «tranquilito».
Os presento cinco vídeos muy cortos, los cuatro primeros son las pruebas que nos «hacen tragar» los anuncios cuando esperamos el metro. El quinto vídeo es el ejemplo típico de los «movileros», en este caso dos chicas con música a un volumen que da dolor de cabeza, aunque en el vídeo no se oye demasiado bien.
Parada de metro ruidosa: Sagrera.
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Parada de metro ruidosa: Paral·lel.
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Parada de metro ruidosa: Maragall.
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Aquí tenemos el origen de futuros dolores de cabeza, primero empiezan como unas simples teles inofensivas, luego vendrá la propaganda y finalmente el sonido.
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Dos «juanis» con su puñetero móvil a toda pastilla.
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