Ya no aguanto más, cada vez que paso por Paral·lel, me asaltan estos energúmenos con sus puñeteros menús.
Hace años yo iba justamente a ese bar a desayunar, pero desde que tocan las narices a los peatones, que paso de ir.
Ya no aguanto más, cada vez que paso por Paral·lel, me asaltan estos energúmenos con sus puñeteros menús.
Hace años yo iba justamente a ese bar a desayunar, pero desde que tocan las narices a los peatones, que paso de ir.
No lo entiendo, la montaña de Montjuic de Barcelona está declarada como zona verde protegida, pero sigue funcionando un restaurante para turistas, sin que pase nada.
Otro día hablaré del hotel Miramar que hay detrás del restaurante, mucho más nuevo y que se saltó a la torera la zona protegida y lo que hiciera falta.